El portero alemán que decidió jugar con Grecia

Odysseas Vlachodimos es portero por la razón más natural por la que uno puede hacerse portero. Su hermano Panagiotis, tres años mayor que él, hoy extremo del Dynamo Dresden de la tercera división alemana, quería darle patadas al balón cuando ambos eran niños y necesitaba un sparring que se pusiese de portero para que aquello tuviera gracia. Su hermanito era el que tenía más a mano, así que el pequeño Odi no tuvo más remedio que aprender a sobrevivir a los chuts.

Con el tiempo, resultó que el hijo menor de dos inmigrantes griegos tenía dotes para la portería. Con siete años, el Stuttgart, donde estaba asentada la familia, le incorporó ya a su estructura de cantera. Allí fue quemando todas las etapas hasta debutar con el primer equipo en 2015, con 19 años. En paralelo, los técnicos de la federación alemana vieron en él a uno de los porteros más prometedores de su generación y fue internacional en todas las categorías inferiores, desde la sub’15 hasta la sub’21, con la que ganó el Europeo de 2017, en el que la España de SaúlLlorenteCeballos y Asensio fue finalista.

Sin embargo, su idilio con su país de nacimiento se acabó rompiendo. En 2015, poco después de debutar con el Stuttgart, su entrenador decidió relegarle de nuevo al filial. Una decisión que no gustó a Vlachodimos, quien ya había visto unos años antes cómo a su hermano Panagiotis también se le resistía el paso al primer equipo del Stuttgart. Su decisión fue reencontrarse con él en el Panathinaikos, para volver a detener en los entrenamientos los balones que le remataba cuando eran niños.

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