El Atlético de Madrid se hace fuerte en la tercera plaza de la clasificación al superar la visita del Alavés al Wanda Metropolitano (2-1). Los de Simeone controlaron el encuentro y, si bien no mostraron su mejor fútbol, resolvieron el duelo ante un rival complicado gracias a la entrada de Marcos Llorente y a los goles de Saúl Ñíguez y Diego Costa, tras un polémico penalti provocado por Marcos Llorente, el gran revulsivo del Atlético.
Los vascos también llegaban con la necesidad de sumar, ya venía de sufrir dos derrotas consecutivas y se acerca a la zona baja de la clasificación. Fruto de esa necesidad entraron tremendamente enchufados al partido y dieron el primer aviso, en una falta lanzada por Aleix Vidal que se marchó por encima de la portería.
No obstante, el Atlético tomó las riendas del juego y protagonizó tres acercamientos antes de llegar al cuarto de hora de partido: Morata tuvo el primer tanto tras una jugada ensayada, Saúl buscó la sorpresa con un disparo lejano y Joao Félix se permitió el lujo de intentar una semichilena.