Se avecina terremoto en el fútbol portugués, después de los deplorables sucesos en el partido que enfrentó al Oporto con el Vitória Guimaraes, cuando los aficionados locales comenzaron a dedicarle insultos racistas a Moussa Marega, delantero de los ‘Dragones’. El futbolista franco-maliense optó por decir «basta» y en el minuto 69 decidió marcharse del partido.
Después de haber estado aguantando todo tipo de insultos racistas, silbidos e imitaciones de mono, en el ’60 Marega hacía el 1-2 que le daba la ventaja a su equipo y se fue a dedicarle el gol al sector más agresivo de la grada señalándose la piel. De hecho, el delantero celebró el gol con uno de los asientos que le habían lanzado desde el fondo.